Tuesday, May 15, 2007

La ropa se equivoca


La ciudad despierta y yo duermo. No veo de qué manera empieza todo a funcionar. ¿Es qué nada dejo de funcionar? Siempre se gira la manilla del agua, y sale contenta en la ducha, como por arte de magia, nos lava y nos abriga. ¿Cómo es posible que ella espere tanto tiempo en la tubería para limpiarme cada mañana? Despacio me visto y descubro que mis ropas están limpias y prestas a ser usadas ¿cómo es posible que se queden quietecitas en la tabla del closet? si yo fuera ropa me gustaría pasear por los vientos, dejarme llevar por las aguas, pero ellas son tan fieles que esperan ser ocupadas. Quizás algún día decidan, por su bien, dejar mi pieza y ver por si solas el mundo, ese será el día en que nunca volverán a esperar cada mañana que yo las ocupe, el día en el cual tendré que caminar con cuidado de no molestarlas con feos paisajes o humos molestos, porque en ese momento en que se sientan incomodas, ellas se engancharan en algún objeto para que me acusen de robo en el supermercado, o tal ves, me boten en medio de la calle para que sea arrollado por un automóvil, o simplemente mi bufanda trate de ahorcarme bajo algún farol. Ese día estaré preparado y entregado a mi suerte.


Así, la ropa comenzará su proceso emancipador, ya que de ella siempre esperamos protección, pero ella no ha sido capaz de darse cuenta que la utilizamos y como el agua que de ves en ves, a pesar de que la transportamos en cañerías y dificultamos su paso, se rebela y pone las cosas en orden, y volvemos a respetarla, así nuestros ropajes pueden despertar y la amenaza es mortal para nosotros, que tanto necesitamos de ellas.

2 comments:

Pipe said...

esta bueno el cuento, me recuerda uno de julio cortazar?, uno que cuenta que un tipo se mata mientras se pone un pulover azul

buda28 said...

mucha razón.... me inspiré en las distintas instrucciones que tiene cortazar